Una fundación tutelar nos solicita que revisemos la vista a una tutelada de dicha Entidad,de 85 años de edad, con discapacidad intelectual y dependiente, que ha roto sus gafas que lleva diariamente puestas. Vive en Figueres en un piso tutelado por la Fundación.
Con los equipos portátiles pudimos graduarle la vista y seguidamente con la nueva graduación la adaptamos en unas gafas Irrompibles, para evitar roturas posteriores.
No es suficiente ser ópticos, sino que debemos anticiparnos a los problemas derivados del estado de cada paciente dependiente que atendemos.